Este es un tema estético más que otra cosa, ya que si no lo ponemos el código de nuestra página seguirá siendo válido. Este pequeño icono, normalmente llamado favicon, nos servirá para que los usuarios de nuestra web identifiquen más rápidamente el enlace a nuestra página desde favoritos o, simplemente, para que piensen lo feo o lo bonito que hemos puesto el icono. Para los que todavía no sepan a que icono me refiero, éste se puede observar en esta imagen, estando a la parte izquierda del nombre de la web, en la barra de direcciones de nuestro navegador.
Para personalizar el icono de una web, lo primero que tenemos que hacer es crearlo con cualquier programa específico para crear iconos. De esta forma el propio programa se encarga de ofrecernos el lienzo con las características requeridas en cuanto a tamaño (32×32) y a colores. Cuando nos pongamos a hacerlo tenemos que recordar que nuestro icono se vera en pantalla a un tamaño inferior a los iconos que estamos acostumbrados a ver por nuestro escritorio, por lo que deberemos hacer con dibujo con poco detalle y utilizando líneas gruesas si queremos que se vean.
Una vez acabado lo guardamos y lo subimos a nuestra web. Lo podemos dejar en el directorio raíz por ejemplo. Ahora sólo nos queda enlazarlo en nuestras páginas para que aparezca en el navegador. Se le suele poner el nombre de favicon.ico, pero podemos ponerle cualquier nombre, ya que al enlazarlo indicamos el nombre y la ruta. Para enlazarlo bastará con poner la siguiente etiqueta en la cabecera, es decir, entre <head> y </head>.
Este código es XHTML válido, por lo que pasaremos la validación sin problemas.