La tecnología Li-Fi lleva muchos años investigándose, y consiste básicamente en las transmisión de información por medio de la luz visible. Las investigaciones son realizadas por varias empresas bajo el Li-Fi Consortium y últimamente están logrando velocidades mayores y parece que está llegando su momento debido en gran parte a la popularización de las bombillas LED.
Las siglas Li-Fi vienen de Light Fidelity, y se asegura que podrá compartir datos de una forma mucho más rápida y eficaz que el clásico Wi-Fi, por lo que existe la posibilidad de que pueda ser sustituido por Li-Fi.
Algunas cifras dicen que la velocidad será mayor a la de la actual transferencia de datos por Wi-fi, concretamente el Fraunhofer Institute de Berlín (el mismo donde nació el formato de audio MP3) señaló que podrían llegar a 1 Gbps, queriendo llegar a velocidades de 15 Gbps ya que todavía se encuentra en desarrollo.
Esto se debe a la transmisión de datos mediante el rápido parpadeo de la luz. Los primeros desarrollos se hicieron sobre lámparas fluorescentes, llegando a velocidades de varios Kbps. Sin embargo la tecnología LED ha ayudado a aumentar considerablemente las velocidades de transmisión. En concreto, el foco LED que transmite la información se apagaría y encendería millones de veces, a modo de ceros y unos lo que viene a ser binario, a una velocidad que no es captada por el ojo humano. De esta forma la luz transmite datos al dispositivo que posea un detector de luminosidad llamado fotodiodo y podrá transformar la información transmitida por la luz al dominio eléctrico. Las frecuencias oscilan entre los 400 y los 800 THz, lo que se corresponde con el espectro de frecuencias visibles por los humanos.
Por ello, la implantación de la tecnología residiría sobretodo en la adaptación de los receptores ya que prácticamente ningún dispositivo lo implementa en la actualidad. En cambio, los emisores podrían aprovechar las bombillas LED que ya están presenten en un gran número de hogares, de forma similar a como la tecnología PLC ha aprovechado el cableado eléctrico presente en todos los hogares para transmitir datos. Con estas implementaciones a nivel casero, se puede intuir que ambas tecnologías pueden ayudar al empujón definitivo del llamado internet de las cosas, haciendo más accesible que cualquier aparato tenga acceso a una conexión de internet.
Además, aseguran que Li-Fi es una conexión mucho más segura que el Wi-Fi ya que la señal de la luz no transmite datos fuera de la habitación donde está siendo utilizada, de forma tal que la información no podría salir del lugar, a diferencia del Wi-Fi, donde las ondas atraviesan las paredes. Otra ventaja es que puede ser instalada en hospitales en zonas con radiación, ya que la luz no es distorsionada. También podría usarse en los vehículos para comunicarse entre sí o con el entorno, por ejemplo, cuando un coche frena y se enciende la luz de frenado, puede comunicar del mismo a los coches que le sigan para que estos reaccionen en consecuencia. Y una de las cosas más importante en los tiempos que vivimos: gasta menos electricidad y por lo tanto, es más barato que el Wi-Fi.
En contra tiene algunos puntos que habría que tener en cuenta, como puede ser el ángulo de transmisión. La luz se transmite en línea recta, por lo que el ángulo en el cual se reciba la señal puede influir en la velocidad de transmisión.
En la actualidad, la tecnología Li-Fi ya está siendo ofrecida por algunas empresas de México, como es el caso de Sisoft. Entre otras cosas, se ha desarrollado unos auriculares capaces de recibir la señal de audio mediante unos focos LED.